Desde el inicio de la pandemia COVID-19, las repercusiones en la vida de las mujeres rurales han alterado no solo su desarrollo en los espacios rurales y su trabajo en la industria como tal, sino que también ha afectado negativamente su dinámica familiar diaria. Teniendo en cuenta que muchas de estas mujeres mantienen a sus respectivas familias y están a cargo de la crianza de sus hijos e hijas, la pandemia ha hecho que sea mucho más difícil para estas mujeres proveer y cuidar a sus familias al mismo tiempo sin ninguna asistencia.