En un paso más hacia la promoción de la igualdad de género en el ámbito rural, la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) firmaron Acuerdo General de Cooperación Técnica entre la CIM y el IICA. La firma tuvo lugar el 22 de agosto de 2023, durante la IV edición del Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas.
La CIM, el primer órgano intergubernamental dedicado a asegurar los derechos humanos de las mujeres y el único foro político hemisférico sobre igualdad de género está compuesta por 34 delegadas, una por cada Estado Miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA). Estas delegadas, generalmente las máximas autoridades en temas de mujeres e igualdad de género en sus respectivos países se reúnen cada tres años para acordar los planes y programas de trabajo de la CIM.
Por su parte, el IICA es el organismo especializado en agricultura del Sistema Interamericano, con vasta experiencia en tecnología e innovación agrícola, sanidad agropecuaria, calidad e inocuidad de alimentos, comercio agropecuario internacional, agricultura familiar, desarrollo rural, gestión de recursos, así como en género y juventudes. El Instituto apoya los esfuerzos de los 34 Estados Miembros para lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural.
El acuerdo firmado busca establecer acciones con enfoque de género para promover la igualdad en los sistemas agroalimentarios de las Américas, contribuyendo así a la promoción del desarrollo y bienestar de las mujeres rurales del hemisferio.
Alejandra Mora, Secretaria Ejecutiva de la CIM, declaró:
“Qué mejor que este espacio convocado por el IICA, donde se establece claramente la necesidad de seguir poniendo el foco de atención en temas relacionados con las mujeres rurales en la agricultura. Por eso, esta es una alianza virtuosa de ganar-ganar”.
Manuel Otero, Director General del IICA, también destacó la importancia de este acuerdo:
“Todos y todas las presentes en este foro han recalcado la importancia de alcanzar la participación igualitaria de hombres y mujeres en los cuidados, y una vez más de reforzar la necesidad de trabajar de manera articulada para lograr cambios más concretos y contundentes en la sociedad”.
Este acuerdo representa un compromiso renovado por parte de ambas instituciones para impulsar la igualdad de género y mejorar las condiciones de vida de las mujeres rurales en toda América.
La noción de cuidado se refiere a actividades que satisfacen las necesidades básicas de existencia y reproducción. Las actividades de cuidado incluyen el autocuidado, el cuidado directo de otras personas, la provisión de las condiciones previas en las que se lleva a cabo el cuidado (cuidado indirecto) y la gestión del cuidado. Los cuidados permiten a las personas cubrir sus necesidades, las de las personas dependientes (por su edad o sus condiciones/capacidades) y aquellas que podrían autoproporcionarse dichos cuidados (Rodríguez Enríquez, 2005; Esquivel, 2011; ELA, 2012; Pautassi y Zibecchi, 2013). ). La economía del cuidado abarca todas las actividades de cuidado, independientemente de si son remuneradas (formal o informalmente) o no. A pesar de no ser reconocida en gran medida, la economía del cuidado representa aproximadamente el 25% del PIB de la región de América Latina y el Caribe (Salazar-Xirinachs, et. al., 2023).
División de responsabilidades de atención
En la región, la división de las responsabilidades de cuidado entre los sexos es en gran medida desigual. Las mujeres son responsables de tres cuartas partes del PIB correspondiente a la economía del cuidado (PNUD, 2024). La socialización de las mujeres como cuidadoras principales se ve reforzada por los roles de género tradicionales. A nivel mundial, las niñas de entre 10 y 14 años dedican un 50% más de tiempo ayudando en la casa que los niños de la misma edad (UNICEF, 2016). A medida que las niñas crecen, otras normas sociales dañinas, como la violencia de género, el matrimonio infantil, las prácticas de contratación discriminatorias y el acceso limitado al capital u otros activos, empujan a las mujeres a dedicarse a actividades de cuidado, a menudo como trabajadoras no remuneradas o participantes en la economía informal. , en tasas significativamente más altas que los hombres.
Atención no remunerada
A pesar de las enormes diferencias regionales, en general se reconoce que las mujeres realizan más trabajos de cuidados no remunerados que los hombres. Además, las mujeres rurales realizan más trabajos de cuidados no remunerados que las de las zonas urbanas. En zonas con una alta prevalencia de agricultura de subsistencia, el “trabajo doméstico” realizado por las mujeres rurales consolida su papel como garantes de la seguridad alimentaria del hogar. Son las principales responsables de la producción, procesamiento y preparación de alimentos, mientras que los hombres suelen participar en el cultivo de cultivos comerciales. La alimentación, cría, cosecha, recolección y procesamiento de especies de peces, ovinos, bovinos, caprinos, porcinos, conejos y aves para el autoconsumo es una parte esencial del cuidado indirecto que realizan las mujeres rurales. Después de la cosecha y el procesamiento de los alimentos, también se espera que las mujeres preparen las comidas para el hogar. Encuestas realizadas en una amplia gama de países afirmaron que entre el 85% y el 90% del tiempo dedicado a la preparación de alimentos en el hogar lo realizan mujeres que también son responsables de otras formas de cuidados no remunerados, como recoger agua y leña (Gailán, C., 2023). . Aparte de la producción agrícola, no vale la pena que muchas otras necesidades de cuidados sean cubiertas por mujeres de la familia como trabajo no remunerado. Estas actividades van desde limpiar, amamantar, organizar el transporte, cuidar a familiares enfermos, ayudar a los niños con las tareas y más.
Atención remunerada e informalidad
Equilibrar las actividades de cuidado con otras obligaciones impone límites al empleo formal de las mujeres. Especialmente en las zonas rurales, las mujeres tienen menos acceso a los servicios financieros, las actividades productivas, las tecnologías y la educación en comparación con los hombres (FAO). Como resultado, las mujeres rurales que buscan trabajo fuera del hogar a menudo participan en la economía informal debido a una menor barrera de entrada. Aproximadamente el 58% de las mujeres están empleadas en el sector informal en comparación con el 48% de los hombres (Chen 2010; IDRC 2010). Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres no sólo de tener un empleo informal, sino también de estar en las categorías más precarias y peor remuneradas del empleo informal. A menudo, estos trabajos ofrecen malas condiciones laborales que se ha demostrado que afectan su salud general. Las ocupaciones típicas de las mujeres en la economía informal incluyen la venta de cultivos excedentes como vendedoras ambulantes, trabajadoras agrícolas y trabajadoras de cuidados no alimentarios (limpiadoras, cocineras, etc.). América Latina es única en el sentido de que sus trabajadores domésticos representan una proporción significativamente mayor del sector del cuidado, entre el 30 y el 50% del sector del cuidado. Se considera que los empleados tienen empleos informales si su relación laboral no está, en la ley o en la práctica, sujeta a la legislación laboral nacional, al impuesto sobre la renta, a la protección social o al derecho a determinadas prestaciones laborales (aviso previo de despido, indemnización por despido, pago anual o enfermedad). licencia, etc.) (OCED, 2019). Sin protección legal, continúa persistiendo la violación de los derechos de las mujeres a un trabajo y protección adecuados.
Vulnerabilidades de las mujeres que brindan cuidados
Las mujeres están sobrerrepresentadas tanto en las economías informales como en las no remuneradas de América Latina y el Caribe. Asumir más trabajo de cuidados que los hombres da lugar a jornadas significativamente más largas para las mujeres, añadiendo entre 6 y 30 horas de trabajo a cada semana (Ilahi, 2000). Esto limita su capacidad para participar en
toma de decisiones a nivel social, político e incluso doméstico. Además, sus limitadas oportunidades de empleo los exponen a un mayor riesgo de precariedad laboral, inseguridad económica y dependencia financiera. Aunque un número creciente de mujeres en la región realizan trabajos remunerados, ya sea formal o informalmente, todavía no es equivalente a los ingresos de un hombre. Según el Banco Internacional de Desarrollo, la brecha salarial de género en América Latina se sitúa en el 29% (BID, 2023). En todos los países de América Latina, menos del 50% de las mujeres poseen una cuenta bancaria y más de una cuarta parte de las mujeres no tienen acceso a los ahorros del hogar (Banco Mundial, 2021).
Dentro del sector agrícola, la falta de independencia financiera de las mujeres a menudo se ve exacerbada por la discriminación que limita su acceso a la tierra, a los préstamos y créditos, y a otros insumos agrícolas. A nivel mundial, las mujeres producían entre el 60% y el 80% de los alimentos y poseían menos del 10% de la tierra antes de las reformas legislativas que comenzaron en 1980 (Banco Mundial, 2020).
Conclusión
Hay varios factores que contribuyen a las desigualdades que enfrentan las mujeres, incluida la pobreza de tiempo, la informalidad laboral y la discriminación que les impide aumentar la productividad agrícola. Estas cuestiones tienen profundas implicaciones para la vida de una mujer individual y para la sociedad en general. Los economistas predicen que si se cerrara la brecha salarial de género, la productividad agrícola aumentaría e impulsaría el PIB mundial en un 20% (Banco Mundial, 2024). Como solo uno de los muchos cambios sociales necesarios, equilibrar las responsabilidades de cuidado resulta ser una vía prometedora para mejorar la independencia económica y la productividad global de las mujeres.
Citas
OECD/International Labour Organization (2019), “Definitions of informal economy, informal sector and informal employment”, in Tackling Vulnerability in the Informal Economy, OECD Publishing, Paris.
Recognition of the property rights of women in Central America: Mission accomplished?. World Bank Blogs. (2024). https://blogs.worldbank.org/en/latinamerica/recognition-property-rights-women-central-america-mission-accomplished
The missing piece: Valuing women’s unrecognized contribution to the economy. UNDP. (2024, March 8). https://www.undp.org/latin-america/blog/missing-piece-valuing-womens-unrecognized-contribution-economy
Urquidi, M., & Chalup, M. (2023, March 20). The gender earnings gap in Latin America and the Caribbean: An analysis of its components. Inter-American Development Bank. https://publications.iadb.org/en/gender-earnings-gap-latin-america-and-caribbean-analysis-its-components
El IV Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas contó con un enfoque centrado en el “Financiamiento de los cuidados para el crecimiento económico y el desarrollo humano en los sistemas agroalimentarios de las Américas”. Este panel consolidó discusiones previas y se centró en identificar áreas y sectores que requieren financiamiento para mejorar la economía de los cuidados, con un enfoque particular en el impacto en las mujeres rurales.
La sesión contó con la participación de representantes del Banco Mundial, la Fundación Microfinanzas BBVA, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las participantes destacaron la necesidad de mantener un enfoque en áreas estratégicas como la sostenibilidad ambiental y la igualdad de género, señalando la importancia de invertir en cuidados infantiles para permitir a las mujeres rurales buscar y mantener empleos. Además, se enfatizó el apoyo a las mujeres emprendedoras mediante programas de capacitación, asesoría técnica y financiamiento, especialmente para mujeres jefas de hogar.
Durante el panel, se compartieron ejemplos de programas exitosos. El BCIE, por su parte, invirtió 400 millones de dólares en programas de promoción de la igualdad de género. Por su parte, el BID presentó el programa “CUIDARTE” en Panamá y el Proyecto de Semillas de Apego en Colombia, diseñados para promover el desarrollo humano a través de servicios de cuidado. El Banco Mundial destacó sus iniciativas para la capacitación de mujeres emprendedoras y la priorización del cuidado infantil en las pymes, mientras que la Fundación Microfinanzas BBVA presentó programas de empoderamiento como la creación de redes de mujeres y familias y la oferta de microseguros para proteger a las mujeres durante el embarazo y en situaciones de vulnerabilidad.
A pesar de estos avances, las participantes reconocieron la necesidad de ampliar y desarrollar aún más estos proyectos y programas. Para lograrlo, apuntaron que se requiere un mayor financiamiento y una conciencia creciente sobre la importancia de incorporar una perspectiva de género en todas las acciones. Como resultado, se establecieron metas específicas, entre ellas la alineación de acciones con un enfoque de género para 2025, un análisis más exhaustivo de proyectos en sus etapas iniciales y la adaptación de soluciones a contextos y necesidades diversas, particularmente en función de las diferencias geográficas y personales de las mujeres. También se propuso la incorporación del sector productivo y financiero en la transformación del sistema agroalimentario, mediante la creación de paquetes de financiamiento mixtos que involucren tanto al sector público como al privado.
En conclusión, el IV panel del Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas resaltó la necesidad de financiar los cuidados para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo humano en los sistemas agroalimentarios. Se abordó la importancia de invertir en sostenibilidad ambiental y cuidado infantil, se reconoció la necesidad de más financiamiento y concienciación sobre la perspectiva de género, y se establecieron metas concretas para avanzar hacia un futuro más inclusivo y equitativo en las Américas.
Las mujeres de las zonas rurales son pilares de sus comunidades como líderes clave y tomadoras de decisiones. Representan una porción significativa de la población (10%), lo que hace que sus contribuciones a sus hogares, comunidades y al sistema agroalimentario mundial sean invaluables (FAO, 2017). Las mujeres rurales están representadas en varias facetas de la agricultura como agricultoras, recolectoras, pescadores, trabajadoras agrícolas y conservacionistas de los conocimientos agrícolas tradicionales. Sus contribuciones son aún más impresionantes en el contexto de las desigualdades que persisten para las mujeres rurales.
Desigualdades que enfrentan las mujeres rurales en el sector agrícola
Históricamente, las leyes y prácticas consuetudinarias dentro de la región han obstaculizado la capacidad de las mujeres rurales de acceder y controlar la tierra (FAO, 2020). Aunque las mujeres producen entre el 60% y el 80% de todos los alimentos en los países en desarrollo, poseen menos del 10% de la tierra; suele ser más pequeño y de peor calidad (Brito Bruno e Ivanovic Willumsen, 2019). Las disparidades entre los sexos en términos de productividad agrícola se ven exacerbadas por la falta de acceso a recursos productivos, activos clave y mercados. Las granjas dirigidas por mujeres tienen relativamente menos acceso a asistencia técnica/servicios de extensión rural, inclusión financiera y a mercados y canales de comercialización para su producción (FAO 2016, FAO 2017). Debido a esto, la productividad agrícola de las mujeres es menos de la mitad de la de los hombres (FAO, 1999).
A la inversa, la subrepresentación en algunas áreas lleva a su sobrerrepresentación en otras. Por ejemplo, las mujeres rurales están sobrerrepresentadas en las estadísticas sobre inseguridad alimentaria e ingresos medios. En América Latina, más de la mitad (67%) de las mujeres rurales empleadas ganan menos que el salario mínimo nacional (CEPAL, 2017). La movilidad económica está correlacionada con la inseguridad alimentaria. Aunque representan el 50% de la población de la región, las mujeres representan el 70% de las personas que pasan hambre en el mundo (FAO, 2020).
Las mujeres que trabajan en zonas rurales corren un riesgo especial de sufrir violencia y discriminación (abusos verbales, violencia física y sexual, acceso desigual a la propiedad, salarios desiguales, etc.) debido a las actitudes tradicionales con respecto a los roles subordinados y socialmente construidos de las mujeres que persisten en muchos países. comunidades rurales (Pispira, et. al, 2022).
Incluso cuando las mujeres rurales superan estos obstáculos, rara vez se reconoce su trabajo. La mayoría de las mujeres rurales clasificadas como inactivas en las encuestas de empleo tradicionales realizan trabajos que son invisibles para las estadísticas oficiales: como trabajadoras no remuneradas o productoras para el consumo de los hogares (CEPAL, 2019).
Marco Internacional para los Derechos de las Mujeres Rurales
Durante el último siglo, las organizaciones internacionales de derechos humanos y otros actores clave han reconocido que el progreso hacia la mejora y garantía de los derechos de las mujeres rurales radica, al menos en parte, en la eliminación de obstáculos legales. Los avances hacia la afirmación internacional de los derechos de las mujeres comenzaron con el Convenio sobre Igualdad de Remuneración de la Organización Internacional del Trabajo de 1951, con el establecimiento del derecho a igual remuneración por un trabajo de igual valor.
Más recientemente, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas presentó la Recomendación General No. 34 sobre los derechos de las mujeres rurales. Establece que las mujeres rurales tienen derecho a estar libres de discriminación y violencia, el derecho a determinar libremente su estatus político y el derecho a buscar, participar y beneficiarse libremente de su desarrollo económico, social y cultural. En los países que lo ratificaron, el tratado ha demostrado ser fundamental para oponerse a los efectos de la discriminación, la violencia, la pobreza, la falta de protección legal, la herencia, los derechos de propiedad y el acceso al crédito.
El artículo 6 del Borrador Avanzado de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales reconoce varios derechos específicos clave para las mujeres rurales, incluidos la toma de decisiones, la atención médica, la autonomía y la privacidad, la generación de ingresos, la seguridad social, la capacitación y educación, acceso a la tierra y a los recursos naturales, violencia de género e igualdad en el matrimonio.
Marco de Derechos de las Mujeres Rurales en América Latina y el Caribe
El marco legal para garantizar los derechos de las mujeres rurales en la región de ALyC ha sido imperativo para que los países aprueben leyes, asignen presupuestos, fomenten el diálogo regional e internacional y responsabilicen a los gobiernos por el avance de la agenda que garantiza los derechos humanos. Varios países de América Latina, incluidos Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay, tienen distintos alcances de protección para las mujeres rurales, que van desde leyes específicas hasta la protección del derecho a la participación. tanto en leyes específicas como sectoriales. Los tipos de protección incluyen la protección del derecho a la tierra, el agua y las semillas, el acceso a financiación, asistencia técnica y apoyo a la comercialización, y la promoción de la participación de las mujeres en los procesos regulatorios agrícolas y su gestión.
Dos ejemplos notables de esfuerzos regionales incluyen los del Frente Parlamentario contra el Hambre en América Latina (FPH LAC) y el Caribe y la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Cómo las mujeres de la región ALyC pueden defender estos derechos
La declaración y el reconocimiento de estos derechos tienen el potencial de mejorar la vida de las mujeres en las zonas rurales. Sin embargo, el éxito general de los esfuerzos recientes dependerá del conocimiento que tengan las mujeres rurales de sus derechos y de las oportunidades para exigir acciones cuando hayan sido violados. Las desigualdades que enfrentan las mujeres suelen ser complejas. Sin embargo, las siguientes preguntas puede resultar útil a medida que las mujeres rurales, capaces y competentes, comiencen a participar en la autodefensa.
¿Cómo se ignoran tus derechos?
Demuestre claramente cómo una infracción de uno de sus derechos está afectando su productividad y calidad de vida.
¿Cuál es su objetivo al crear conciencia sobre esta violación?
¿Cómo le gustaría que se corrigiera la injusticia? ¿Por qué es esta la mejor alternativa? ¿Cómo beneficiará esto a otros?
¿Con quién deberías hablar?
Esto puede incluir miembros de la familia o una pareja, líderes locales, figuras de autoridad en el trabajo, funcionarios de extensión, representantes electos, etc.
¿Qué podría interponerse en tu camino?
Anticipar las objeciones y prepararse para combatirlas con datos, hechos, afirmaciones objetivas, etc.
¿Qué evidencia puedes utilizar para exponer tu punto?
Tome notas de quién, qué, cuándo, dónde, cuánto y por qué.
Guarde cartas, fotografías u otras formas de documentación del problema.
Pídale a amigos, familiares, colegas y otras personas que escriban cartas que respalden su argumento.
¿Cómo hablarás?
Escribir una carta
Enviar un correo electrónico
Hacer una llamada telefónica
Pedir una cita
Únase a una organización
Vote por funcionarios electos que compartan sus creencias
¿A quién puedes acudir en busca de apoyo?
Familia, amigos, una iglesia, un grupo de apoyo, tu comunidad, una organización.
La IV edición del Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas, celebrado en el mes de agosto del 2023, se centró en la economía de los cuidados y el trabajo no remunerado de las mujeres rurales. Este encuentro incluyó un panel titulado “Acciones desde la Cooperación Internacional para el fomento de sistemas integrales de cuidados dirigidos a las mujeres rurales”, moderado por Maria da Conceição Dantas Moura, Subsecretaria de Mujeres Rurales, Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar, Brasil.
El panel contó con la participación de representantes de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ONU Mujeres y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Estas instituciones se reunieron bajo el liderazgo del IICA con el objetivo de coordinar acciones dirigidas a mejorar y desarrollar iniciativas para promover sistemas integrales de cuidados para las mujeres rurales.
Durante el panel, se destacó que las redes de cuidados, que históricamente han recaído sobre las mujeres y son fundamentales para los sistemas de producción, social y familiar, han sido invisibilizadas, especialmente en las zonas rurales. Se abordó la necesidad de remunerar estos cuidados desde el mercado y de implementar políticas intersectoriales que integren esfuerzos a nivel internacional, nacional y local, garantizando su eficacia en las áreas rurales.
Entre las propuestas discutidas, se planteó la creación de indicadores para avanzar en una agenda de investigación que considere las experiencias y vulnerabilidades rurales, permitiendo así acciones conjuntas con cooperativas y asociaciones de desarrollo. Además, se enfatizó la importancia de orientar las políticas hacia una sociedad del cuidado transformativa e igualitaria, con un enfoque de interseccionalidad, y de empoderar a las mujeres rurales para que sean protagonistas en el cambio de las relaciones sociales y en la promoción de su autonomía.
Las recomendaciones incluyeron el desarrollo de políticas de sensibilización que promuevan la corresponsabilidad social y de género, la transversalización del cuidado en las políticas públicas de desarrollo rural, y el fortalecimiento del enfoque interseccional de género y la participación de jóvenes para alcanzar sociedades más igualitarias. También se sugirió la creación de una hoja de ruta para un sistema de cuidados con igualdad y la observación de intervenciones efectivas, como el acceso a la tenencia de la tierra y la protección social, incluyendo servicios de guardería en zonas rurales.
El panel concluyó destacando la importancia de abordar las políticas públicas desde una perspectiva local y con un enfoque interseccional, diseñadas específicamente para las mujeres rurales por ellas mismas. Asimismo, se subrayó la necesidad de crear instrumentos jurídicos que aborden y respondan a sus necesidades desde sus realidades territoriales.
Un grupo de 15 mujeres rurales emprendedoras de América Latina y el Caribe se dieron cita en la Sede Central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Costa Rica para participar en un evento de formación que marcó un hito en sus trayectorias hacia el empoderamiento y la autonomía económica. Del 1 al 4 de octubre, estas mujeres, provenientes de la Región Andina, Centroamérica y Norte, participaron en un programa intensivo que fortaleció sus habilidades en áreas como emprendedurismo, finanzas y tecnología.
Cada una de las mujeres fue seleccionada por su destacada participación en el curso Introducción al Emprendedurismo para Mujeres Rurales, y representan una diversidad de sectores que incluyen la agricultura, la producción animal, la cosmética artesanal, la apicultura, y más. El evento brindó a estas mujeres la oportunidad de profundizar sus conocimientos y compartir sus experiencias, generando redes de apoyo y aprendizaje entre emprendedoras de diferentes contextos y realidades.
Durante la apertura, Priscila Zúñiga Villalobos, Gerenta del Programa de Equidad de Género y Juventudes del IICA, dio la bienvenida a las participantes, agradeciendo su compromiso para asistir y aprender. “Sabemos que muchas de ustedes han tenido que reorganizar sus agendas y responsabilidades para estar aquí, lo cual demuestra su dedicación y el deseo de avanzar en sus proyectos”, expresó. La proximidad 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, dio una oportunidad especial para destacar la contribución de ella en la seguridad alimentaria y el desarrollo de sus comunidades, así como los desafíos que enfrentan debido a la desigualdad de género en los países de la región, especialmente en el ámbito rural.
Por su parte, Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica del IICA, enfatizó sobre la importancia de iniciativas como esta para reducir las barreras que dificultan el acceso de las mujeres rurales a recursos, capacitación y financiamiento. “El hecho de que un 40% de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe no tenga ingresos propios es un claro reflejo de la necesidad de seguir trabajando por su autonomía económica,” señaló. Además, subrayó que el enfoque de género debe estar presente en todos los proyectos del IICA.
Durante los cuatro días de formación, se realizaron sesiones teórico-prácticas sobre gestión financiera, tecnologías aplicadas a la agricultura y marketing digital, temas que responden a las necesidades expresadas por las mismas mujeres en su proceso de consolidación de negocios. Además, se destacaron iniciativas innovadoras, como la exposición de proyectos que integran el uso de tecnologías avanzadas para la producción sostenible y el reciclaje de agua, reflejando el liderazgo de estas emprendedoras en sus comunidades.
La jornada inicial estuvo dedicada a brindar herramientas para gestionar mejor los emprendimientos, con una sesión liderada por Graciela Rodríguez Bonilla, Jefa de Desarrollo Empresarial Pymes del BAC. Las mujeres aprendieron sobre la importancia de separar la economía personal de la del negocio, además de conocer técnicas para identificar y captar mejor a su clientela. Luego, Carlos Ruíz, en su rol de Especialista Técnico del Programa de Digitalización Agroalimentaria, abordó la digitalización en la agricultura, explicando las etapas de la transformación tecnológica en el sector agroalimentario y cómo estas pueden aplicarse para mejorar la producción y la comercialización de sus productos.
Gracias a Silvia Castellano, Especialista Técnico del Programa de Equidad de Género y Juventudes, las participantes tuvieron la oportunidad de conocer la Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales (PHMR), un recurso digital que el Programa de Equidad de Género y Juventudes ha puesto a disposición para ofrecer cursos, cápsulas formativas, documentos técnicos, noticias y eventos. La PHMR facilita el acceso a contenidos específicos sobre mujeres en los sistemas agroalimentarios y prácticas sostenibles, fortaleciendo la red de apoyo entre mujeres rurales de la región.
Uno de los momentos más destacados fue el recorrido por el CIMAG: Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura. Ahí aprendieron sobre agricultura 4.0 en un espacio interactivo donde pudieron ver modelos de comportamiento climático, rendimiento de cultivos, inteligencia artificial y realidad aumentada. También tuvieron talleres en el FabLab, un espacio dedicado a la fabricación digital, donde las emprendedoras exploraron tecnologías como impresión 3D, vuelo de drones, corte láser y prototipado electrónico que pueden aplicar a sus negocios.
El segundo día estuvo enfocado en brindarles conocimientos financieros para una gestión eficiente de los emprendimientos. El BAC, a través de su área de Sostenibilidad, colaboró en la formación financiera impartida por Marianela Solano Vargas, quien explicó conceptos fundamentales de educación financiera, como la planificación de presupuestos y la identificación de las etapas de estabilidad económica. Las participantes reflexionaron sobre la importancia de cuestionar sus creencias sobre el dinero para mejorar su salud financiera.
Luego, Accenture lideró un taller intensivo sobre marketing digital y redes sociales, en el cual se explicó cómo identificar el público objetivo y optimizar el uso de plataformas digitales para la promoción de productos. Las emprendedoras aprendieron sobre la creación de contenido atractivo, el uso de herramientas para planificar publicaciones y cómo gestionar las críticas en línea de manera constructiva. El taller también incluyó estrategias para fidelizar a los clientes y el desarrollo de alianzas para añadir valor a sus negocios.
Después del almuerzo, se llevó a cabo una sesión informativa en la que los Programas de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar, y Comercio Internacional e Integración Regional del IICA, presentaron sus iniciativas para el fortalecimiento de las mujeres rurales. Se destacaron las actividades de capacitación en comercio y negocios sostenibles, así como los talleres regionales sobre comercio, género y agro. Las presentaciones estuvieron a cargo de las especialistas técnicas Fátima Almada y Adriana Campos respectivamente.
Finalmente, Accenture volvió a colaborar, esta vez para compartir herramientas prácticas sobre el uso de redes sociales para fortalecer los emprendimientos. La sesión abordó la importancia de contar con un plan estratégico para redes, los diferentes tipos de publicaciones y cómo segmentar el público objetivo para maximizar el alcance y el impacto.
La tercera jornada empezó con una visita a Coopevictoria, una cooperativa ubicada en Grecia, Alajuela, para conocer el proyecto Café Esencia de Mujer. Durante la visita, las emprendedoras exploraron prácticas de comercialización y asociatividad que podrían replicar en sus propios países, permitiéndoles acceder a mercados más amplios. La actividad fue moderada por Sonia Murillo, Presidenta de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo Costa Rica-Panamá y Líder de la Ruralidad de IICA.
El día continuó con un taller de habilidades blandas dirigido por Ileana Ramírez Quirós, Consultora Senior de Género del IICA, donde las mujeres reflexionaron sobre la importancia del liderazgo y el autoestima para impulsar sus emprendimientos. El taller abordó cómo enfrentar el miedo, desarrollar una visión positiva del futuro y las formas de aumentar su valor propio en el ámbito laboral y personal.
El último día estuvo dedicado a la entrega de certificados. Ahí Lloyd Day, Subdirector General del IICA, elogió a las participantes por su esfuerzo y dedicación a lo largo de la formación. “Lo que han aprendido aquí no solo fortalecerá sus negocios, sino que les permitirá transformar sus vidas y sus comunidades,” afirmó, y destacó la importancia de continuar utilizando la PHMR para acceder a nuevas oportunidades de formación.
Este evento fue un paso más en el camino hacia la autonomía económica y el reconocimiento del valioso aporte de las mujeres rurales a los sistemas agroalimentarios de la región. Al finalizar, las participantes recibieron un certificado de participación y la invitación para seguir formándose mediante las herramientas que les brinda la Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales.
El equipo organizador agradeció la colaboración de Rotary Internacional, el BAC y Accenture, así como el esfuerzo de las participantes. Con esta formación, el IICA reafirma su compromiso de trabajar junto a las mujeres rurales para reducir las brechas de género y potenciar su rol como protagonistas en los sistemas agroalimentarios del hemisferio. Las historias de estas 15 emprendedoras son un reflejo de las posibilidades que se abren cuando se les brinda acceso a conocimientos y redes de apoyo, y representan una fuente de inspiración para otras mujeres en sus comunidades.
El 27 de junio de 2023, se llevó a cabo vía Zoom el conversatorio de cierre del Curso de Introducción al Emprendedurismo para mujeres rurales, organizado por el Programa de Equidad de Género y Juventudes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Esta primera edición del curso se centró en la participación de mujeres de la Región Andina, incluyendo Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. El objetivo del conversatorio fue intercambiar conocimientos y opiniones sobre la edición actual del curso y facilitar la construcción colectiva del currículo para futuros cursos del Programa “Emprendedurismo para Mujeres Rurales de las Américas”.
Durante el conversatorio, las participantes compartieron los diversos aprendizajes adquiridos al completar exitosamente el curso. Jannet Torres, miembro de una organización indígena que trabaja con café, destacó que el curso le permitió entender mejor cómo interactuar con los gobiernos locales de su país. Por su parte, Luz Elvia Vanegas mencionó que su mayor enseñanza fue el fortalecimiento del liderazgo de la mujer en el ámbito local y social, subrayando su papel central en las sociedades y en la toma de decisiones. El empoderamiento de las mujeres se identificó como un eje transversal crucial del contenido del curso.
Graciela, del Estado Plurinacional de Bolivia, expresó su gratitud por el conversatorio y su emoción por compartir el conocimiento adquirido con su grupo que trabaja en la confección de champú y pomada analgésica. Resaltó la importancia de los temas de acceso a crédito, destacando la necesidad de conocer las opciones financieras disponibles para las mujeres rurales emprendedoras.
El conversatorio también permitió socializar los retos y desafíos enfrentados durante el curso. Inés Apaza, otra participante de Bolivia, mencionó que la calidad del internet y el acceso a la plataforma fueron desafíos significativos en su zona. Además, se discutieron temas de interés para futuros cursos, tales como el sello diferenciador de productos, etiquetado, cálculo y análisis del costo de producción, transición de producción agrícola tradicional a orgánica y finanzas para el emprendimiento. Nicolle Bartels, también de Bolivia, sugirió profundizar en la agricultura orgánica y regenerativa, incluyendo productos orgánicos y animales, enfatizando la importancia de crear productos limpios con valor social y económico.
El curso fue un proceso de apoyo al empoderamiento y adquisición de conocimientos para las mujeres participantes, quienes aprendieron conceptos clave de emprendedurismo que pueden aplicar en sus vidas cotidianas y compartir con otras mujeres de sus comunidades. El éxito de esta primera edición marca un paso importante hacia la mejora del apoyo y formación para mujeres rurales en toda la región.
Latinoamérica es la región más desigual del mundo, generando cada día mayor población en condición de vulnerabilidad, siendo uno de los grupos más afectados las mujeres rurales.
La Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales enlaza información de interés para las mujeres en entornos rurales y entidades vinculadas con los sistemas agroalimentarios para brindar información sobre los instrumentos regionales e internacionales que respaldan los derechos en temas de cuidados, financiamiento, ambiente y otras problemáticas históricas que han vulnerado los derechos de esta población rural, entre otros. Esto permite brindar un apoyo al sistema interamericano que contribuya a reducir brechas y permita prestar soporte hacia una mejora de las condiciones de vida de las mujeres rurales, promoviendo la igualdad sustantiva en el continente y la búsqueda de espacios en la agenda regional para estas aproximadamente 100 millones de habitantes que representan la población femenina rural en el continente.
Instrumentos sobre Derechos Humanos
Existen muchos instrumentos internacionales que que buscan garantizar el cumplimiento de los derechos de las mujeres que viven en entornos rurales como lo es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que desde mediados del siglo XX tomó como uno de sus principios la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
En las Américas se cuenta con una importante iniciativa que apoya a la población del hemisferio, entre ellas las mujeres rurales y su desarrollo, esta es la Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José”, que fue creada en 1969. En su artículo 24 respalda la igualdad sin discriminación y la protección ante la ley.
También la Convención dentro de sus artículos habla sobre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como ente que debe defender, dar seguimiento a los Estados para que en sus marcos legales progresen en materia de derechos y observar el cumplimiento de los derechos humanos para todas las personas en los Estados que ratificaron la Convención, permitiendo a entidades jurídicas y civiles interponer procesos legales por la falta de cumplimiento o apertura de otros hacia la libertad de sus derechos humanos mediante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Convenciones en materia de género y mujeres
La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 1979 de las Naciones Unidas, es el único tratado a nivel internacional relacionado con los derechos humanos vinculante en términos jurídicos. Entre sus artículos incluye también a las mujeres rurales. Algunos de estos son el artículo 2, donde recalca que los estados deben condenar la discriminación en todas las formas hacia la mujer tomando medidas internas para ello. En el artículo 11 se habla igualdad en derechos en el ambiente laboral (como una paga igualitaria en puestos iguales) y ante de los hombres en los criterios de selección.
En el artículo 14 se trata exclusivamente de los derechos y espacios de la mujer rural, concluye que la mujer rural tiene mayores problemas en temas de igualdad y que son parte clave de la estabilidad económica de la familia rural, validando desde el trabajo remunerado como no remunerado, por lo que se deben validar sus derechos. En otros, también se recalca la importancia de darle a las mujeres rurales espacios de aprendizaje teórico y práctico para su conocimiento técnico, la importancia de crear cooperativas para tener espacios de oportunidad económicas y también de velar por que esta población pueda tener acceso a préstamos y créditos agrícolas, con ellos buscar también acceder a tecnologías necesarias y apropiadas.
La aplicación de los artículos de la CEDAW es obligatoria para los países que son ratificantes del documento, ya que es un marco internacional con mandato de cumplimiento y que para su aplicación debe darse un desarrollo de políticas internas.
Por otro lado, a nivel de las Américas se cuenta con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer o también conocida como Convención de Belém do Pará. Este es uno de los instrumentos más importantes que se ha logrado concretar a nivel internacional y sobre todo de las Américas en términos de libertad de la mujer en entornos de violencia. Entre los artículos de relevancia para el trabajo con mujeres rurales se encuentran el artículo 5, donde se contempla que la mujer tiene plena libertad para ejercer sus derechos tales como el social y económico. El artículo 8 dice que los países miembros deben de tomar acción para cambiar el accionar sociocultural relacionado a la discriminación desde la realización de programas educativos para reducir los espacios de tratos con perjuicio e inferioridad. Al igual que la CEDAW, la Convención de Belém do Pará tiene un marco jurídico obligatorio vinculantes para los Estados que lo han ratificado (la mayoría de los Estados de la OEA lo han hecho).
Hitos importantes para las Mujeres Rurales
En 2008 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 62/136 se estableció la conmemoración cada 15 de octubre del Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconociendo el importante rol que tienen respecto a asuntos agroalimentarios, socioeconómicos y de desarrollo rural.
Por otro lado, a partir del 2024 la Organización de Estados Americanos declaró el Decenio Interamericano por los Derechos de Todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en entornos Rurales de las América (2024-2034), donde empezarán a desarrollarse una serie de alrededor de 23 iniciativas y proyectos para visualizar más las labores de la mujer rural.
Los Estados parte de las Américas van a trabajar este decenio sobre tres líneas de acción: 1) Promoviendo el empoderamiento mediante capacidades de liderazgo político por medio de redes de articulación interinstitucional; 2) Suscitando la defensa de los derechos de todas la mujeres, adolescentes y niñas de entornos rurales; y 3) Diálogos sobre la situación que viven las mujeres, adolescentes y niñas de la ruralidad desde una visión interseccional y con enfoque étnico y cultural2.
Este Decenio surge por el esfuerzo de años de trabajo de las Mujeres Rurales de las Américas por ser reconocidas en espacios políticos, así como, con el apoyo de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), añadiendo además la conmemoración del Día Interamericano de todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en entornos rurales cada 17 de abril a partir del 2025.
Además de estos instrumentos e hitos, existen entes en cuales entre sus beneficiarias están las mujeres rurales, algunos ejemplos son ONU Mujeres, como principal ente de las Naciones Unidas sobre temas relacionados a género a nivel internacional y la plataforma de impacto en género del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) que desarrollan investigación en el campo rural con enfoque de género y su vínculo con temas como cambio climático.
Por último, organismos que, aunque sus proyectos principales no van enfocados a la mujer rural, pueden formar parte de iniciativas que brindan apoyo a esta población como el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Estos entes realizan espacios como Cumbres, Foros, Webinars, investigaciones y proyectos que dentro de sus beneficiarias se encuentran directa o indirectamente las mujeres que viven en la ruralidad, como el Foro Mundial de la Alimentación de la FAO, Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, y Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer del MERCOSUR.
Para concluir, la importancia de estos espacios y convenciones se resume en que se debe poner un foco a la interseccionalidad de las mujeres, visualizando la diversidad de entornos, vínculos socioeconómicos, demográficos y étnicos que existen, para proponer acciones que les apoyen realizando acciones afirmativas en pro de las mujeres rurales. Las mismas van a permitirles a un fuerte porcentaje de población de las Américas tener oportunidades en los espacios políticos y culturales para que se propongan mejores herramientas para su desarrollo desde sus propias perspectivas como debe de ser. Por lo tanto, en estos diez años venideros del Decenio Interamericano propuesto por la Comisión Interamericana de Mujeres y la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe (Red LAC), la invitación es a darles una voz a las mujeres de la ruralidad, promover la igualdad sustantiva y apoyar su desarrollo personal y profesional para disminuir en alguna medida las disparidades poblacionales de la región.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) continúa promoviendo el diálogo interdisciplinario en cuestiones de género a través de los Foros de Ministras. Estos foros se han convertido en una fuente esencial de conocimiento y cooperación en temas de igualdad de género. En esta ocasión, el IV Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas, realizado en el marco de la Alianza Continental, se centró en los desafíos relacionados con la economía de los cuidados y el trabajo no remunerado en las comunidades rurales.
Para abordar estos desafíos, el foro adoptó un formato compuesto por cuatro paneles temáticos. El primer panel, titulado “La economía de los cuidados en los sistemas agroalimentarios de las Américas”, contó con la participación de siete líderes políticas de distintos países miembros del IICA. Este panel fue moderado por Nelly Paredes, Ministra de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, quien guio la discusión sobre los avances y recomendaciones en esta área.
La metodología del panel consistió en que cada participante respondiera a la pregunta: “Dado que las mujeres asumen una mayor carga de actividades domésticas, lo cual constituye una de las causas estructurales de las brechas de género, ¿qué acciones públicas considera que deben implementarse desde sus ministerios para reducir las desigualdades generadas por la feminización de los cuidados?”
Durante el panel, se expusieron los principales retos que enfrentan las mujeres rurales, incluyendo la pobreza estructural y multidimensional, la alta tasa de desempleo femenino, la distribución desigual de la propiedad agrícola, el acceso limitado a recursos productivos y la reducida participación en la toma de decisiones, a pesar de su significativa contribución a la producción de alimentos.
Las participantes compartieron las políticas que se están desarrollando en el sector agroalimentario y rural para promover la igualdad de género. Estas políticas buscan mejorar el acceso de las mujeres a recursos y crear condiciones equitativas para un desarrollo productivo, inclusivo y sostenible. Además, se destacó la importancia de trabajar en conjunto con otros sectores, como los Ministerios de la Mujer y de Educación, para abordar de manera integral las desigualdades que enfrentan las mujeres.
Como puntos en común, surgió la necesidad de visibilizar y estudiar la economía de los cuidados y su impacto en los sistemas agroalimentarios, crear espacios liderados por mujeres para fomentar el emprendimiento, reconocer legalmente la economía de los cuidados y asegurar un acceso igualitario a tierras y recursos productivos.
En conclusión, este primer panel del IV Foro de Ministras subrayó las desigualdades en el sector, compartió políticas y propuestas para mejorar la situación de las mujeres rurales y reafirmó el compromiso de trabajar conjuntamente con todos los Estados Miembros para implementar políticas con enfoque de género.
En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una herramienta cada vez más indispensable para los negocios, ya sean pequeñas emprendedoras o grandes empresas. Para las mujeres rurales, que viven lejos de los grandes centros de comercio, son muy útiles para expandir sus negocios y llegar a un público más amplio. Las plataformas como Facebook, Instagram, TikTok y WhatsApp ofrecen muy buenas oportunidades para promover productos y servicios, conectarse con tu clientela y establecer una marca sólida.
Primero es necesario conocer algunos términos.
Alcance: Número de personas que ven una publicación en redes sociales. A mayor alcance, más personas conocen el negocio.
Algoritmo: Son las reglas o fórmulas que cada red social usa para decidir automáticamente qué contenido mostrar a quién y en qué orden. Cada plataforma usa uno distinto y están en constante cambio. Uno de los elementos que se toman en cuenta son las interacciones o comentarios de cada persona usuaria con diferentes temáticas o tipos de contenido.
Audiencia: Grupo de personas a las que le llegan tus publicaciones en redes sociales. Incluye a quienes te siguen, pero también a otras personas a las que les puede aparecer tu contenido. Puede variar según edad, género, intereses, ubicación, entre otros factores.
Chat automático: Herramienta de inteligencia artificial que permite configurar respuestas predefinidas para responder a preguntas comunes de las y los clientes.
Canal de difusión: Función de WhatsApp que permite enviar mensajes unidireccionales a un gran número de contactos que están en un mismo grupo, facilitando la comunicación de novedades y promociones sin inundar los chats individuales.
Contenido viral: Son las publicaciones que se propagan y comparten rápida y ampliamente en redes sociales, alcanzando a gran cantidad de personas en poco tiempo. Si muchas personas comparten un contenido, el algoritmo hará que este tenga mayor alcance.
Encriptación de extremo a extremo: Técnica de seguridad que garantiza que sólo quien envía y quien recibe un mensaje puedan leerlo. Así se protege la privacidad de las conversaciones.
Engagement: Es el nivel de interacción y participación de las personas que vieron una publicación. Incluye comentarios, likes (me gustas) y compartidos. Está ligado al alcance.
Etiquetar: Cuando mencionas a otra persona o marca anteponiendo una arroba (@) a su nombre de usuario. Esto crea un enlace directo a su perfil, así quienes te siguen pueden conocer los perfiles de otros emprendimientos y viceversa. Es muy útil para colaboraciones.
Facebook Marketplace: Sección de Facebook donde se pueden comprar y vender productos localmente.
Generación Z: Grupo de personas nacidas después de 1996, generalmente están muy familiarizadas con la tecnología y las redes sociales.
Grupo de WhatsApp: Espacio en WhatsApp donde varias personas pueden comunicarse entre sí, ideal para coordinar actividades o compartir información con un grupo cerrado de personas. Nunca incorpores a alguien en uno sin el consentimiento de las personas, ya que todo el grupo podrá ver los números de teléfonos de los y las miembros.
Hashtags: Palabras o frases precedidas por el símbolo #, que son usadas en redes sociales para crear etiquetas, categorizar contenido y hacerlo más fácilmente accesible para los usuarios interesados en esos temas ya que lo convierte en una especie de botón donde se pueden encontrar otros contenidos con ese mismo hashtag. Es importante no poner espacios entre las palabras. Por ejemplo, poner #Productos locales hará que el hashtag sea solamente la palabra “Productos”. Para estos casos se recomienda pegar las palabras de esta forma: #ProductosLocales
Influencer: Son aquellas personas con gran cantidad de seguidores en redes sociales que puede influir en las decisiones de consumo de su audiencia.
Instagram Reels: Videos cortos y dinámicos de hasta 90 segundos que se pueden editar y compartir en Instagram. Se pueden grabar en una sola toma o en varias, la aplicación las une.
Instagram Stories: O Historias son publicaciones de fotos o videos que desaparecen después de 24 horas, son ideales para compartir contenido efímero y mantener la interacción constante con las personas que te siguen. Si se quieren mantener en el perfil, se marcan como destacadas. Se pueden tener varios grupos de destacadas según se necesite. Por ejemplo, una puede ser de fotos, videos e información sobre ferias en las que has participado; otra con fotos y videos de tu clientela usando tu producto; y otra explicando tus procesos de producción y los beneficios de tu producto. Si se menciona a otra cuenta de Instagram en una historia, ésta la puede compartir. En esta sección también se pueden incluir cajas donde te hacen preguntas, conteos regresivos a eventos importantes, hashtags, así como compartir publicaciones tuyas o ajenas.
Lista de difusión: Función en WhatsApp que permite enviar mensajes individuales a varias personas al mismo tiempo, sin crear un grupo. Las personas te pueden responder.
Meta Ads: Herramienta de publicidad pagada en Facebook e Instagram que permite crear anuncios dirigidos a públicos específicos.
Páginas de Facebook: Son perfiles públicos creados específicamente para negocios, marcas, organizaciones, celebridades y figuras públicas. A diferencia de los perfiles personales, que son para uso individual, con las páginas puedes interactuar con un público más amplio y ofrecen herramientas avanzadas para la gestión y promoción de contenidos.
Publicación: Cualquier contenido que se sube a una red social, como fotos, videos, textos o enlaces.
Segmentación: Proceso de dividir a tu audiencia en grupos más pequeños y específicos, según características como intereses, género, edad o ubicación. Sirve para dirigir mejor tus mensajes y anuncios.
TikTok: Plataforma de redes sociales enfocada en videos cortos y creativos, muy popular entre las personas jóvenes.
WhatsApp Business: Versión de WhatsApp diseñada para pequeñas empresas, con funciones adicionales como catálogos de productos con precios, respuestas rápidas y etiquetas para organizar las distintas conversaciones. Con esto se facilita la comunicación y gestión de pedidos y consultas.
Ahora, las características y beneficios de cada una de estas plataformas
Facebook
Alcance amplio y diverso: Facebook es una de las plataformas más grandes y extendidas, con personas usuarias de todas las edades y ubicaciones. En ella puedes leer publicaciones, ver fotos y videos, comentar en ellos, así como seguir enlaces que llevan a otros sitios web. En América Latina sigue siendo la más utilizada. Funciona bien para computadoras y en celulares. Para una marca o emprendimiento se recomienda usar la función “Páginas” y no un perfil personal.
Grupos y comunidades: Es posible unirse o crear grupos específicos para emprendedoras, mujeres rurales o cualquier temática que interese. Estos grupos son excelentes para compartir experiencias, obtener retroalimentación y establecer conexiones valiosas.
Herramientas de publicidad: Meta Ads permite crear campañas publicitarias segmentadas para llegar a clientelas potenciales específicas. Te da la posibilidad de ajustar el presupuesto según tus necesidades particulares.
Venta directa y local de productos: Facebook Marketplace es una plataforma integrada en el mismo Facebook para vender productos directamente a la comunidad local y regional, facilitando la compra y venta sin necesidad de tener un sitio web propio.
Instagram
Enfoque visual: Instagram es una aplicación ideal para mostrar productos a través de imágenes y videos. En la página principal salen las publicaciones de tus contactos y a quienes sigues. Aquí el texto es secundario, lo importante es lo visual. Las mujeres rurales pueden exhibir y explicar sus productos y servicios de manera atractiva y rápida.
Diversidad de funciones: Las Stories y Reels permiten crear contenido breve y dinámico que puede captar rápidamente la atención, aumentando el engagement y la visibilidad de una marca. Las Stories o historias desaparecen luego de 24 horas, las puedes guardar en “Destacadas”.
Colaboraciones y etiquetas: Puedes colaborar con influencers locales y etiquetar productos en las publicaciones, lo que ayuda a posibles clientelas a encontrar y comprar tus productos.
Uso de hashtags: Los hashtags ayudan a aumentar la visibilidad de tus publicaciones, permitiendo que usuarios interesados en temas específicos encuentren el contenido con facilidad. No se recomienda usar más de cinco en una publicación.
Canales de difusión: En Instagram se pueden crear canales de difusión para enviar mensajes, promociones y actualizaciones a quienes se suscriban. Estos canales facilitan la comunicación directa y personalizada, y mejoran la relación con la audiencia
Chats automáticos: El chat de Instagram puede ser configurado para responder automáticamente a mensajes frecuentes y dirigir a las y los clientes a WhatsApp para consultas más detalladas o para cerrar ventas.
TikTok
Contenido creativo y (posiblemente) viral: TikTok es una aplicación para celulares (no es para computadoras de escritorio) que permite crear y editar videos cortos y creativos que pueden volverse virales rápidamente, aumentando la visibilidad de un negocio. Es la plataforma que más depende de lo que el algoritmo calcula que puede ser de interés de las personas.
Audiencia joven: Si el emprendimiento está dirigido a un público más joven, TikTok es una plataforma ideal para llegarles de manera efectiva. Actualmente es la plataforma que más está creciendo, especialmente entre la generación Z.
Desafíos y tendencias: Participar en desafíos y tendencias populares puede aumentar el alcance y atraer a nuevos y nuevas seguidoras.
WhatsApp
Comunicación directa y personalizada: WhatsApp es una aplicación de mensajería instantánea muy utilizada en América Latina que permite tener una comunicación directa y personalizada, facilitando la atención y la gestión de pedidos.
Listas y canales de difusión: Se pueden crear listas de difusión para enviar promociones y novedades en mensajes directos individuales a múltiples contactos a la vez. Además, si las personas están de acuerdo, es posible formar canales específicos para enviar mensajes unidireccionales a clientes y clientas frecuentes. No es recomendable incorporar a gente a los canales sin su consentimiento.
WhatsApp Business: La versión empresarial de la aplicación ofrece herramientas adicionales como catálogos de productos, respuestas automatizadas y etiquetas para organizar conversaciones y contactos.
Seguridad y confianza: La encriptación de extremo a extremo de WhatsApp garantiza la privacidad y seguridad de las comunicaciones, algo que genera confianza.
Cada una de estas plataformas ofrece beneficios únicos que pueden ayudarlas a fomentar tu emprendimiento. Es importante saber aprovechar las características específicas de cada una y entender que funcionan de manera distinta y son para públicos diferentes, el contenido debe ser adaptado acorde. Si utilizas las plataformas con estrategia y creatividad como emprendedora puede ampliar su alcance, mejorar el servicio al cliente y establecer una presencia sólida en el mercado a muy bajo costo.