Especialista del Programa de Equidad de Género y Juventudes participa en Encuentro Internacional de Estadísticas de Género

  • El evento reunió a lideresas regionales para intercambiar experiencias y fortalecer alianzas que propicien la creación de políticas públicas más inclusivas.
  • Se discutió la utilización de big data y encuestas de uso del tiempo para mejorar la calidad de las políticas de género.

Marcela Ávila, especialista técnica del Programa de Equidad de Género y Juventudes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se unió a destacadas lideresas de la región en el XXV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género (EIEG), organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ONU Mujeres.

El evento, que se celebró en Aguascalientes del 2 al 4 de septiembre de 2024, tuvo como lema “25 años de alianzas para fortalecer las políticas de igualdad basadas en evidencia”. El EIEG se ha consolidado como un espacio esencial para el análisis y la discusión de estadísticas con perspectiva de género. Durante el encuentro, se reflexionó sobre temas claves como la sociedad del cuidado, la violencia de género, el uso del tiempo y la autonomía económica de las mujeres.

Ávila destacó la importancia de fortalecer la generación de estadísticas con perspectiva de género como una herramienta indispensable para impulsar políticas públicas que promuevan la igualdad en los sistemas Agroalimentarios. “Es esencial que los datos reflejen la realidad de las mujeres rurales en las Américas, quienes a menudo enfrentan obstáculos invisibilizados en las políticas tradicionales”, expresó. “La producción de estas estadísticas no solo permite identificar brechas, sino también a formular estrategias más inclusivas y efectivas que promuevan un verdadero cambio social.”

Durante las sesiones, se discutió cómo el uso del big data, las encuestas de uso del tiempo y la innovación en la recolección de datos pueden servir para mejorar la calidad de la información disponible y para diseñar políticas públicas que respondan a las necesidades de las mujeres en todos los sectores.

Al ser consultada sobre las buenas prácticas aprendidas, Marcela Ávila mencionó los esfuerzos de Colombia con respecto al catastro nacional de tierras y la correlación que está haciendo de esos datos con los de horas dedicadas al trabajo no remunerado y de cuidados. “Con esto se pudo comprobar que, a mayor tiempo dedicado a los cuidados, menor tenencia de la tierra para las mujeres. Esto demuestra algo que desde el Programa hemos venido diciendo: hay que hablar de economía de los cuidados en los entornos rurales”, concluyó.

La participación de Marcela Ávila en este foro internacional refuerza el compromiso del IICA con la igualdad de género y la inclusión de las juventudes en el desarrollo sostenible. Ávila agregó que el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los países participantes es fundamental para avanzar hacia una región menos desigual. “Al fortalecer las alianzas entre los organismos internacionales, los gobiernos y la sociedad civil, podemos garantizar que las estadísticas de género se conviertan en una herramienta transformadora que impulse cambios estructurales profundos”, señaló.

El Programa de Equidad de Género y Juventudes ha trabajado para incluir la perspectiva de género en la cooperación técnica sobre los sistemas agroalimentarios, abogando por la creación de políticas basadas en datos que reflejen la realidad de las mujeres rurales. En el marco del EIEG, Ávila enfatizó la relevancia de estos esfuerzos, especialmente en temas como la autonomía económica y el acceso a sistemas de cuidado para mujeres que viven en áreas rurales y que, históricamente, han tenido menos acceso a los servicios de los Estados

El EIEG, que culminó el 4 de septiembre, y reunió a más de 170 personas de manera presencial y a más de 300 virtualmente, provenientes de 18 países.

La diversificación productiva, una nueva oportunidad para mujeres caficultoras de El Salvador

Ana Julia Sarabia de Ortez, productora y miembro de la Cooperativa de Caficultores Jucuapense de R.L.

El Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA) ha fortalecido las capacidades de productores que poseen sistemas diversificados de café en asocio con otros rubros, entre ellos la producción de cacao.

“He trabajado la tierra por muchos años y en la finca siempre ha habido “palitos” de cacao, pero nunca les había dado importancia”, comentó Ana Julia Sarabia de Ortez, productora y miembro de la Cooperativa de Caficultores Jucuapense de R.L.

“Cuando PROCAGICA nos señaló que podríamos mejorar nuestros ingresos diversificando con cacao, asumimos el reto. La llegada de este proyecto fue una esperanza, porque no veíamos un panorama claro con tantos problemas que teníamos en la finca por el manejo y sobre todo por los bajos precios del café que nos estaban pagando”, agregó.

Apasionada de trabajar la tierra, a sus 53 años doña Ana confiesa que sigue llevando las riendas de su finca ubicada en Jucuapa, Usulután. Sus tres hijos le ayudan en algunos trabajos, pero ella está a cargo de cuidar el cultivo. Hoy, que está trabajando con el cacao y con lo que ha aprendido gracias a la asistencia técnica de PROCAGICA, se encarga de todos los procesos.

“Como esta planta es muy exigente con las características del suelo, hay que trabajar para lograr que esté siempre en perfecto estado y así nos brinde el fruto del cacao; luego el proceso de podas, cortar el fruto y el secado hasta su procesamiento implica todo un compromiso que ha cambiado mi estilo de vida pues le dedico mucho tiempo”, precisó doña Ana.

El proceso artesanal del cacao es una experiencia de armonía con la naturaleza. La Cooperativa de Caficultores Jucuapense de R.L., que ha sido beneficiada con equipo y asistencia de técnica de PROCAGICA, permite a sus asociados realizar un proceso de semindustrializado, que básicamente consiste en clasificar el grano por tamaño, tostarlo en una plancha calentada a gas y posteriormente descascarillarlo y limpiarlo.

El grano descascarillado y libre de impurezas es pasado por el molino, lo que proporcionará una pasta de cacao mucho más fina y agradable al paladar en el producto final. De esta manera se elaboran tablillas de chocolate que se comercializan en los mercados locales.

“Desde que estoy trabajando con cacao, estoy convencida de los beneficios. Gracias a Dios he obtenido buena cosecha y estoy entusiasmada, las tablillas de chocolate que elaboro se venden rápidamente y tengo pedidos hechos con antelación que me permiten mejorar los ingresos para mi familia”, manifestó Sarabia.

La extensionista de PROGAGICA, Norma Arias, resaltó la importancia de encontrarse con productores que muestren interés por el acompañamiento técnico para diversificar sus fincas. En el caso del procesamiento de cacao, muchos lo tenían sembrado en sus fincas, pero por falta de conocimiento técnico no lograban agregar valor, lo cual los limitaba a realizar una comercialización muy básica.

Actualmente, dentro la Cooperativa de Caficultores Jucuapense, seis mujeres están trabajando con cacao y produciendo 6 libras cada una, por semana. La Cooperativa ha percibido un aumento en los ingresos del 1.7% en este rubro, finalizó Arias.

PROCAGICA alienta la transferencia de tecnologías apropiadas y el desarrollo de actividades de diversificación de ingresos, así como de mecanismos de respuesta adecuados y oportunos frente amenazas identificadas en el sector café.

El Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA) es ejecutado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con la Unión Europea y busca mejorar las condiciones de vida de la población rural en las zonas productoras de café de Centroamérica.