Mujeres rurales emprendedoras fortalecen sus capacidades en formación presencial del IICA

Un grupo de 15 mujeres rurales emprendedoras de América Latina y el Caribe se dieron cita en la Sede Central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Costa Rica para participar en un evento de formación que marcó un hito en sus trayectorias hacia el empoderamiento y la autonomía económica. Del 1 al 4 de octubre, estas mujeres, provenientes de la Región Andina, Centroamérica y Norte, participaron en un programa intensivo que fortaleció sus habilidades en áreas como emprendedurismo, finanzas y tecnología. 

Cada una de las mujeres fue seleccionada por su destacada participación en el curso Introducción al Emprendedurismo para Mujeres Rurales, y representan una diversidad de sectores que incluyen la agricultura, la producción animal, la cosmética artesanal, la apicultura, y más. El evento brindó a estas mujeres la oportunidad de profundizar sus conocimientos y compartir sus experiencias, generando redes de apoyo y aprendizaje entre emprendedoras de diferentes contextos y realidades. 

Durante la apertura, Priscila Zúñiga Villalobos, Gerenta del Programa de Equidad de Género y Juventudes del IICA, dio la bienvenida a las participantes, agradeciendo su compromiso para asistir y aprender. “Sabemos que muchas de ustedes han tenido que reorganizar sus agendas y responsabilidades para estar aquí, lo cual demuestra su dedicación y el deseo de avanzar en sus proyectos”, expresó. La proximidad 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, dio una oportunidad especial para destacar la contribución de ella en la seguridad alimentaria y el desarrollo de sus comunidades, así como los desafíos que enfrentan debido a la desigualdad de género en los países de la región, especialmente en el ámbito rural. 

Por su parte, Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica del IICA, enfatizó sobre la importancia de iniciativas como esta para reducir las barreras que dificultan el acceso de las mujeres rurales a recursos, capacitación y financiamiento. “El hecho de que un 40% de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe no tenga ingresos propios es un claro reflejo de la necesidad de seguir trabajando por su autonomía económica,” señaló. Además, subrayó que el enfoque de género debe estar presente en todos los proyectos del IICA. 

Durante los cuatro días de formación, se realizaron sesiones teórico-prácticas sobre gestión financiera, tecnologías aplicadas a la agricultura y marketing digital, temas que responden a las necesidades expresadas por las mismas mujeres en su proceso de consolidación de negocios. Además, se destacaron iniciativas innovadoras, como la exposición de proyectos que integran el uso de tecnologías avanzadas para la producción sostenible y el reciclaje de agua, reflejando el liderazgo de estas emprendedoras en sus comunidades. 

La jornada inicial estuvo dedicada a brindar herramientas para gestionar mejor los emprendimientos, con una sesión liderada por Graciela Rodríguez Bonilla, Jefa de Desarrollo Empresarial Pymes del BAC. Las mujeres aprendieron sobre la importancia de separar la economía personal de la del negocio, además de conocer técnicas para identificar y captar mejor a su clientela. Luego, Carlos Ruíz, en su rol de Especialista Técnico del Programa de Digitalización Agroalimentaria, abordó la digitalización en la agricultura, explicando las etapas de la transformación tecnológica en el sector agroalimentario y cómo estas pueden aplicarse para mejorar la producción y la comercialización de sus productos. 

Gracias a Silvia Castellano, Especialista Técnico del Programa de Equidad de Género y Juventudes, las participantes tuvieron la oportunidad de conocer la Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales (PHMR), un recurso digital que el Programa de Equidad de Género y Juventudes ha puesto a disposición para ofrecer cursos, cápsulas formativas, documentos técnicos, noticias y eventos. La PHMR facilita el acceso a contenidos específicos sobre mujeres en los sistemas agroalimentarios y prácticas sostenibles, fortaleciendo la red de apoyo entre mujeres rurales de la región. 

Uno de los momentos más destacados fue el recorrido por el CIMAG: Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura. Ahí aprendieron sobre agricultura 4.0 en un espacio interactivo donde pudieron ver modelos de comportamiento climático, rendimiento de cultivos, inteligencia artificial y realidad aumentada. También tuvieron talleres en el FabLab, un espacio dedicado a la fabricación digital, donde las emprendedoras exploraron tecnologías como impresión 3D, vuelo de drones, corte láser y prototipado electrónico que pueden aplicar a sus negocios.  

El segundo día estuvo enfocado en brindarles conocimientos financieros para una gestión eficiente de los emprendimientos. El BAC, a través de su área de Sostenibilidad, colaboró en la formación financiera impartida por Marianela Solano Vargas, quien explicó conceptos fundamentales de educación financiera, como la planificación de presupuestos y la identificación de las etapas de estabilidad económica. Las participantes reflexionaron sobre la importancia de cuestionar sus creencias sobre el dinero para mejorar su salud financiera. 

Luego, Accenture lideró un taller intensivo sobre marketing digital y redes sociales, en el cual se explicó cómo identificar el público objetivo y optimizar el uso de plataformas digitales para la promoción de productos. Las emprendedoras aprendieron sobre la creación de contenido atractivo, el uso de herramientas para planificar publicaciones y cómo gestionar las críticas en línea de manera constructiva. El taller también incluyó estrategias para fidelizar a los clientes y el desarrollo de alianzas para añadir valor a sus negocios. 

Después del almuerzo, se llevó a cabo una sesión informativa en la que los Programas de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar, y Comercio Internacional e Integración Regional del IICA, presentaron sus iniciativas para el fortalecimiento de las mujeres rurales. Se destacaron las actividades de capacitación en comercio y negocios sostenibles, así como los talleres regionales sobre comercio, género y agro. Las presentaciones estuvieron a cargo de las especialistas técnicas Fátima Almada y Adriana Campos respectivamente. 

Finalmente, Accenture volvió a colaborar, esta vez para compartir herramientas prácticas sobre el uso de redes sociales para fortalecer los emprendimientos. La sesión abordó la importancia de contar con un plan estratégico para redes, los diferentes tipos de publicaciones y cómo segmentar el público objetivo para maximizar el alcance y el impacto.  

La tercera jornada empezó con una visita a Coopevictoria, una cooperativa ubicada en Grecia, Alajuela, para conocer el proyecto Café Esencia de Mujer. Durante la visita, las emprendedoras exploraron prácticas de comercialización y asociatividad que podrían replicar en sus propios países, permitiéndoles acceder a mercados más amplios. La actividad fue moderada por Sonia Murillo, Presidenta de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo Costa Rica-Panamá y Líder de la Ruralidad de IICA.

El día continuó con un taller de habilidades blandas dirigido por Ileana Ramírez Quirós, Consultora Senior de Género del IICA, donde las mujeres reflexionaron sobre la importancia del liderazgo y el autoestima para impulsar sus emprendimientos. El taller abordó cómo enfrentar el miedo, desarrollar una visión positiva del futuro y las formas de aumentar su valor propio en el ámbito laboral y personal.

El último día estuvo dedicado a la entrega de certificados. Ahí Lloyd Day, Subdirector General del IICA, elogió a las participantes por su esfuerzo y dedicación a lo largo de la formación. “Lo que han aprendido aquí no solo fortalecerá sus negocios, sino que les permitirá transformar sus vidas y sus comunidades,” afirmó, y destacó la importancia de continuar utilizando la PHMR para acceder a nuevas oportunidades de formación.

Este evento fue un paso más en el camino hacia la autonomía económica y el reconocimiento del valioso aporte de las mujeres rurales a los sistemas agroalimentarios de la región. Al finalizar, las participantes recibieron un certificado de participación y la invitación para seguir formándose mediante las herramientas que les brinda la Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales.

El equipo organizador agradeció la colaboración de Rotary Internacional, el BAC y Accenture, así como el esfuerzo de las participantes. Con esta formación, el IICA reafirma su compromiso de trabajar junto a las mujeres rurales para reducir las brechas de género y potenciar su rol como protagonistas en los sistemas agroalimentarios del hemisferio. Las historias de estas 15 emprendedoras son un reflejo de las posibilidades que se abren cuando se les brinda acceso a conocimientos y redes de apoyo, y representan una fuente de inspiración para otras mujeres en sus comunidades.

8M: 49 años de conmemoración – Impulsando la igualdad en los Sistemas Agroalimentarios

La versión original de este artículo por Marcela Ávila y Priscila Zúñiga, especialista técnica y gerenta del Programa de Equidad de Género y Juventudes respectivamente, se publicó el 7 de marzo de 2024 en el Blog del IICA. Se puede consultar aquí.

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en reconocimiento de la lucha histórica de las mujeres por alcanzar la igualdad de derechos. Esta conmemoración cobra especial relevancia al considerar que, en el mundo, las mujeres representan el 49,7 % de la población global. Este porcentaje también se refleja en América Latina y el Caribe, donde residen 334 millones de mujeres, constituyendo el 50,8 % de la población regional. Entre estas cifras, destaca que 58 millones son mujeres rurales, según datos del Banco Mundial para el año 2022. Sin embargo, a pesar de esta representación significativa, las mujeres continúan enfrentando desafíos en cuanto a la igualdad de derechos en comparación con los hombres.

Un recorrido por la historia del 8M

La Organización de Naciones Unidas adoptó el 8 de marzo como el Día Internacional de Mujer en 1977 en reconocimiento a la lucha de miles de mujeres venían dando desde mucho tiempo atrás. En 1848 se llevó a cabo la Primera Convención Nacional por los Derechos de las Mujeres en Estados Unidos de América, dónde se abogó por derechos sociales, civiles, políticos y religiosos. Posteriormente, en 1910, tuvo lugar la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la cual las mujeres lucharon por el derecho al sufragio universal. En 1911 se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer en países de Europa y en Estados Unidos de América.

En 1917 las mujeres rusas se movilizaron en protesta por la escasez de alimentos y la falta de paz durante la Primera Guerra Mundial. En 1946 se creó el Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés) como el órgano mundial de la ONU encargado de promover la igualdad de género. Este fue un momento histórico y significativo que generó un cambio en la visión global de la lucha por los derechos de las mujeres.

Durante el año 1979, se aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y se declaró el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985). En 1993, se logró la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, en 1994 la adopción de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do Pará), y en 1995, la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing.

Asimismo, en la semana del 11 al 23 de marzo del 2024 se llevará a cabo en New York la sesión número 68 de la CSW, representando dos semanas de discusión de propuestas para continuar avanzando en la obtención de los derechos de las mujeres y en la construcción de sociedades más inclusivas.

Las mujeres en los sistemas agroalimentarios

El informe “La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios” de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2023) arroja luz sobre los avances y desafíos persistentes para las mujeres en el ámbito de los sistemas agroalimentarios. Destaca una preocupante ampliación de la brecha de género en seguridad alimentaria de 1.7 puntos porcentuales a 4.3 puntos porcentuales, señalando un aumento en lugar de una reducción esperada.

Según este informe, a pesar de que un 75 % de las políticas públicas y planes de trabajo en agricultura y desarrollo rural reconocen la contribución de las mujeres a los sistemas agroalimentarios, solo un 19 % establece objetivos específicos de género. Esto subraya una visibilización parcial que aún no se traduce en acciones concretas para cerrar la brecha de género. Esta estadística añade una dimensión crítica al desafío de implementar políticas que no solo reconozcan la contribución de las mujeres al desarrollo de los sistemas agroalimentarios, sino que también promuevan la igualdad de derechos y oportunidades de manera efectiva.

Adicionalmente, el Índice de Mujeres, Empresa y Derecho, elaborado por el Banco Mundial (disponible en el Observatorio de Políticas Públicas para los Sistemas Agroalimentarios del IICA en https://opsaa.iica.int/indicators), revela que la mayoría de los países de América Latina y el Caribe presentan un índice promedio nacional menor a 80. Este dato indica que, en dichos países, las mujeres disfrutan menos del 80 % de los mismos derechos legales que los hombres [1], evidenciando una significativa disparidad en el reconocimiento y ejercicio de derechos entre géneros ante la ley.

En materia económica, cerrar las brechas de productividad agrícola y asegurar la equidad salarial entre hombres y mujeres en los sistemas agroalimentarios podría incrementar el Producto Interno Bruto Mundial en un billón de dólares (FAO, 2023). Actualmente, las mujeres asalariadas en agricultura ganan 82 centavos (USD 0,82) por cada dólar que ganan los hombres, evidenciando una desigualdad salarial significativa.

Además, y a nivel más macro, según el Índice de Feminidad de la Pobreza Extrema, elaborado por la CEPAL [2] en 2022 el valor del índice para América Latina fue de 118.3. Esto señala que las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la pobreza extrema, con una incidencia mayor en comparación con los hombres. Estas disparidades subrayan la urgente necesidad de adoptar medidas específicas que no solo promuevan la igualdad salarial, sino que también aborden de manera integral las múltiples dimensiones de la desigualdad de género.

El acceso a la tenencia de la tierra emerge como otro desafío crítico, agravado por la escasez de datos desagregados por género, lo que dificulta la formulación de políticas efectivas. Según el Informe de Rendición de Cuentas de Generación Igualdad 2023 de UNWOMEN, esta falta de información es un obstáculo mayor para abordar las desigualdades de género en el sector.

Por otra parte, las mujeres en los sistemas agroalimentarios enfrentan desafíos económicos significativos, evidenciados especialmente por su limitado acceso al crédito debido a la falta de garantías, como la tenencia de la tierra. Esta situación está intrínsicamente ligada a la disparidad de género en la propiedad de la tierra y se ve exacerbada por la menor probabilidad de empleo formal, confinando a muchas mujeres a sectores no formales de la economía. Estas limitaciones no solo restringen los derechos de las mujeres, sino que también inhiben su capacidad para alanzar un desarrollo y realización plenos.

Además, estos retos económicos están entrelazados con otras formas de desigualdad de género prevalentes en los sistemas agroalimentarios. Las mujeres no solo participan activamente en las actividades productivas agroalimentarias, sino que también soportar la mayor carga del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Esta doble jornada impone una sobrecarga laboral que frecuentemente permanece invisible y no reconocida, reforzando las desigualdades de género y limitando aún más las oportunidades de las mujeres en el ámbito agroalimentario.

Contribuciones del IICA al cierre de brechas en los sistemas agroalimentarios

Alineado con el lema de las Naciones Unidas para el 8 de marzo, “Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad”, el IICA se esfuerza por aportar a través de proyectos de cooperación técnica que incorporan metas de género. Además, mediante la creación de alianzas con socios clave, impulsa proyectos orientados a fortalecer los sistemas agroalimentarios desde una perspectiva de género.

Desde 2021, se ha establecido el Foro Permanente de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de Agricultura de las Américas, cuyo propósito es resaltar el papel de las mujeres en la toma de decisiones en el ámbito del desarrollo rural y la seguridad alimentaria. Este evento anual facilita el diálogo sobre el progreso de las políticas públicas y el intercambio de buenas prácticas nacionales para mitigar la disparidad de género en los sistemas agroalimentarios.

Fruto de este foro, el Programa de Equidad de Género y Juventudes ha lanzado dos ediciones del Curso de Introducción al Emprendimiento para Mujeres Rurales, destinado a emprendedoras rurales de América que buscan ampliar sus habilidades empresariales y oportunidades de negocio. A partir de su tercera edición, este curso se ofrecerá gratuitamente a través de la plataforma de aprendizaje electrónico del IICA (IICA E-Learning), destacando el compromiso del instituto con la capacitación y el fortalecimiento del liderazgo femenino en el sector.

Como parte de sus esfuerzos para reducir las desigualdades, el IICA colabora estrechamente con entidades como la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM). En 2023, dentro del IV Foro Permanente, se firmó un acuerdo para promover acciones conjuntas siguiendo la Declaración del Decenio de los Derechos de las Mujeres, Adolescentes y Niñas en entornos rurales. Para 2024, está previsto el lanzamiento de un curso sobre empoderamiento femenino dirigido a mujeres rurales de América.

En alianza con Rotary Internacional, se promueve activamente la participación de emprendedoras rurales de Panamá y Costa Rica en el curso de Introducción al Emprendimiento para Mujeres Rurales, con el objetivo de ampliar su impacto en la región.

Además, el IICA ha implementado la Plataforma Hemisférica para Mujeres Rurales, un espacio dedicado al intercambio, aprendizaje, colaboración y defensa de los derechos de las mujeres, promoviendo la participación activa, la inclusión y la equidad de género. Junto a esto, el IICA por medio del Observatorio de Políticas Públicas para los Sistemas Agroalimentarios (OPSAA), ofrece información actualizada en materia de Género y Juventudes, permitiendo el acceso a instrumentos como informes técnicos, políticas, legislación e indicadores, entre otros. Estas herramientas se constituyen en aportes del IICA al análisis y la reflexión sobre los contextos nacionales e internacionales en materia de género y los sistemas agroalimentarios.

Especialista del Programa de Equidad de Género y Juventudes participa en Encuentro Internacional de Estadísticas de Género

  • El evento reunió a lideresas regionales para intercambiar experiencias y fortalecer alianzas que propicien la creación de políticas públicas más inclusivas.
  • Se discutió la utilización de big data y encuestas de uso del tiempo para mejorar la calidad de las políticas de género.

Marcela Ávila, especialista técnica del Programa de Equidad de Género y Juventudes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se unió a destacadas lideresas de la región en el XXV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género (EIEG), organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ONU Mujeres.

El evento, que se celebró en Aguascalientes del 2 al 4 de septiembre de 2024, tuvo como lema “25 años de alianzas para fortalecer las políticas de igualdad basadas en evidencia”. El EIEG se ha consolidado como un espacio esencial para el análisis y la discusión de estadísticas con perspectiva de género. Durante el encuentro, se reflexionó sobre temas claves como la sociedad del cuidado, la violencia de género, el uso del tiempo y la autonomía económica de las mujeres.

Ávila destacó la importancia de fortalecer la generación de estadísticas con perspectiva de género como una herramienta indispensable para impulsar políticas públicas que promuevan la igualdad en los sistemas Agroalimentarios. “Es esencial que los datos reflejen la realidad de las mujeres rurales en las Américas, quienes a menudo enfrentan obstáculos invisibilizados en las políticas tradicionales”, expresó. “La producción de estas estadísticas no solo permite identificar brechas, sino también a formular estrategias más inclusivas y efectivas que promuevan un verdadero cambio social.”

Durante las sesiones, se discutió cómo el uso del big data, las encuestas de uso del tiempo y la innovación en la recolección de datos pueden servir para mejorar la calidad de la información disponible y para diseñar políticas públicas que respondan a las necesidades de las mujeres en todos los sectores.

Al ser consultada sobre las buenas prácticas aprendidas, Marcela Ávila mencionó los esfuerzos de Colombia con respecto al catastro nacional de tierras y la correlación que está haciendo de esos datos con los de horas dedicadas al trabajo no remunerado y de cuidados. “Con esto se pudo comprobar que, a mayor tiempo dedicado a los cuidados, menor tenencia de la tierra para las mujeres. Esto demuestra algo que desde el Programa hemos venido diciendo: hay que hablar de economía de los cuidados en los entornos rurales”, concluyó.

La participación de Marcela Ávila en este foro internacional refuerza el compromiso del IICA con la igualdad de género y la inclusión de las juventudes en el desarrollo sostenible. Ávila agregó que el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los países participantes es fundamental para avanzar hacia una región menos desigual. “Al fortalecer las alianzas entre los organismos internacionales, los gobiernos y la sociedad civil, podemos garantizar que las estadísticas de género se conviertan en una herramienta transformadora que impulse cambios estructurales profundos”, señaló.

El Programa de Equidad de Género y Juventudes ha trabajado para incluir la perspectiva de género en la cooperación técnica sobre los sistemas agroalimentarios, abogando por la creación de políticas basadas en datos que reflejen la realidad de las mujeres rurales. En el marco del EIEG, Ávila enfatizó la relevancia de estos esfuerzos, especialmente en temas como la autonomía económica y el acceso a sistemas de cuidado para mujeres que viven en áreas rurales y que, históricamente, han tenido menos acceso a los servicios de los Estados

El EIEG, que culminó el 4 de septiembre, y reunió a más de 170 personas de manera presencial y a más de 300 virtualmente, provenientes de 18 países.