La institucionalidad como aliada de las mujeres rurales: Una mirada desde el ámbito hemisférico e internacional

Latinoamérica es la región más desigual del mundo, generando cada día mayor población en condición de vulnerabilidad, siendo uno de los grupos más afectados las mujeres rurales.

La Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales enlaza información de interés para las mujeres en entornos rurales y entidades vinculadas con los sistemas agroalimentarios para brindar información sobre los instrumentos regionales e internacionales que respaldan los derechos en temas de cuidados, financiamiento, ambiente y otras problemáticas históricas que han vulnerado los derechos de esta población rural, entre otros. Esto permite brindar un apoyo al sistema interamericano que contribuya a reducir brechas y permita prestar soporte hacia una mejora de las condiciones de vida de las mujeres rurales, promoviendo la igualdad sustantiva en el continente y la búsqueda de espacios en la agenda regional para estas aproximadamente 100 millones de habitantes que representan la población femenina rural en el continente.

Instrumentos sobre Derechos Humanos

Existen muchos instrumentos internacionales que que buscan garantizar el cumplimiento de los derechos de las mujeres que viven en entornos rurales como lo es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que desde mediados del siglo XX tomó como uno de sus principios la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.

En las Américas se cuenta con una importante iniciativa que apoya a la población del hemisferio, entre ellas las mujeres rurales y su desarrollo, esta es la Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José”, que fue creada en 1969. En su artículo 24 respalda la igualdad sin discriminación y la protección ante la ley.

También la Convención dentro de sus artículos habla sobre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como ente que debe defender, dar seguimiento a los Estados para que en sus marcos legales progresen en materia de derechos y observar el cumplimiento de los derechos humanos para todas las personas en los Estados que ratificaron la Convención, permitiendo a entidades jurídicas y civiles interponer procesos legales por la falta de cumplimiento o apertura de otros hacia la libertad de sus derechos humanos mediante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Convenciones en materia de género y mujeres

La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 1979 de las Naciones Unidas, es el único tratado a nivel internacional relacionado con los derechos humanos vinculante en términos jurídicos. Entre sus artículos incluye también a las mujeres rurales. Algunos de estos son el artículo 2, donde recalca que los estados deben condenar la discriminación en todas las formas hacia la mujer tomando medidas internas para ello. En el artículo 11 se habla igualdad en derechos en el ambiente laboral (como una paga igualitaria en puestos iguales) y ante de los hombres en los criterios de selección.

En el artículo 14 se trata exclusivamente de los derechos y espacios de la mujer rural, concluye que la mujer rural tiene mayores problemas en temas de igualdad y que son parte clave de la estabilidad económica de la familia rural, validando desde el trabajo remunerado como no remunerado, por lo que se deben validar sus derechos. En otros, también se recalca la importancia de darle a las mujeres rurales espacios de aprendizaje teórico y práctico para su conocimiento técnico, la importancia de crear cooperativas para tener espacios de oportunidad económicas y también de velar por que esta población pueda tener acceso a préstamos y créditos agrícolas, con ellos buscar también acceder a tecnologías necesarias y apropiadas.

La aplicación de los artículos de la CEDAW es obligatoria para los países que son ratificantes del documento, ya que es un marco internacional con mandato de cumplimiento y que para su aplicación debe darse un desarrollo de políticas internas.

Por otro lado, a nivel de las Américas se cuenta con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer o también conocida como Convención de Belém do Pará. Este es uno de los instrumentos más importantes que se ha logrado concretar a nivel internacional y sobre todo de las Américas en términos de libertad de la mujer en entornos de violencia. Entre los artículos de relevancia para el trabajo con mujeres rurales se encuentran el artículo 5, donde se contempla que la mujer tiene plena libertad para ejercer sus derechos tales como el social y económico. El artículo 8 dice que los países miembros deben de tomar acción para cambiar el accionar sociocultural relacionado a la discriminación desde la realización de programas educativos para reducir los espacios de tratos con perjuicio e inferioridad. Al igual que la CEDAW, la Convención de Belém do Pará tiene un marco jurídico obligatorio vinculantes para los Estados que lo han ratificado (la mayoría de los Estados de la OEA lo han hecho).

Hitos importantes para las Mujeres Rurales

En 2008 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 62/136 se estableció la conmemoración cada 15 de octubre del Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconociendo el importante rol que tienen respecto a asuntos agroalimentarios, socioeconómicos y de desarrollo rural.

Por otro lado, a partir del 2024 la Organización de Estados Americanos declaró el Decenio Interamericano por los Derechos de Todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en entornos Rurales de las América (2024-2034), donde empezarán a desarrollarse una serie de alrededor de 23 iniciativas y proyectos para visualizar más las labores de la mujer rural.

Los Estados parte de las Américas van a trabajar este decenio sobre tres líneas de acción: 1) Promoviendo el empoderamiento mediante capacidades de liderazgo político por medio de redes de articulación interinstitucional; 2) Suscitando la defensa de los derechos de todas la mujeres, adolescentes y niñas de entornos rurales; y 3) Diálogos sobre la situación que viven las mujeres, adolescentes y niñas de la ruralidad desde una visión interseccional y con enfoque étnico y cultural2.

Este Decenio surge por el esfuerzo de años de trabajo de las Mujeres Rurales de las Américas por ser reconocidas en espacios políticos, así como, con el apoyo de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), añadiendo además la conmemoración del Día Interamericano de todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en entornos rurales cada 17 de abril a partir del 2025.

Además de estos instrumentos e hitos, existen entes en cuales entre sus beneficiarias están las mujeres rurales, algunos ejemplos son ONU Mujeres, como principal ente de las Naciones Unidas sobre temas relacionados a género a nivel internacional y la plataforma de impacto en género del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) que desarrollan investigación en el campo rural con enfoque de género y su vínculo con temas como cambio climático.

Por último, organismos que, aunque sus proyectos principales no van enfocados a la mujer rural, pueden formar parte de iniciativas que brindan apoyo a esta población como el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Estos entes realizan espacios como Cumbres, Foros, Webinars, investigaciones y proyectos que dentro de sus beneficiarias se encuentran directa o indirectamente las mujeres que viven en la ruralidad, como el Foro Mundial de la Alimentación de la FAO, Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, y Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer del MERCOSUR.

Para concluir, la importancia de estos espacios y convenciones se resume en que se debe poner un foco a la interseccionalidad de las mujeres, visualizando la diversidad de entornos, vínculos socioeconómicos, demográficos y étnicos que existen, para proponer acciones que les apoyen realizando acciones afirmativas en pro de las mujeres rurales. Las mismas van a permitirles a un fuerte porcentaje de población de las Américas tener oportunidades en los espacios políticos y culturales para que se propongan mejores herramientas para su desarrollo desde sus propias perspectivas como debe de ser. Por lo tanto, en estos diez años venideros del Decenio Interamericano propuesto por la Comisión Interamericana de Mujeres y la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe (Red LAC), la invitación es a darles una voz a las mujeres de la ruralidad, promover la igualdad sustantiva y apoyar su desarrollo personal y profesional para disminuir en alguna medida las disparidades poblacionales de la región.

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